Esta temporada, por desgracia no tengo mucho tiempo para ver partidos de Minibasket. Mi equipo cadete juega en la misma franja horaria, pero siempre que puedo trato de pasar a ver algún partido de minibasket. Me encanta ver a los nuevos «pequeños/grandes» jugadores del mañana, la cara de concentración en sus caras, esos despistes de los noveles, la seriedad de alguno de los «veteranos».
Siento envidia «sana» de los que siguen pudiendo entrenar y disfrutar de esa mezcla de sensaciones. Lo gratificante que es ver los progresos de esas pequeñas esponjas que sin darse cuenta en cada paso que dan, se van convirtiendo en mejores jugadores de baloncesto. Después de cada entrenamiento, de cada partido, de cada día que pasen contigo, con el entrenador, se tienen que llevar algo positivo para su aprendizaje.
En este artículo quiero hablar sobre como tenemos que enfocar nuestra experiencia en los partidos, en qué debemos concentrarnos como entrenadores para conseguir aportar valor a nuestros jugadores, para que esa hora y pico que dura un partido de minibasket la aprovechen al máximo.
No creo que el entrenador desde la banda deba ser un conductor de un coche tele-dirigido. Los jugadores en la pista tienen que expresarse y tener libertad para salirse del guión.
La cuestión es…Cuál es el guión que debe haber en un partido de minibasket?
¿Sólo dando voces desde la banda podemos controlar todas las acciones que realicen nuestros jugadores?
A pesar de la intensidad con la que muchos vivimos los partidos, la realidad es que desde el banquillo, posiblemente más que ayudar, generalmente lo que hacemos es complicar las cosas, generar dudas, y frustración en nuestros jugadores. Esto es algo muy común en un partido de categoría benjamín (7 a 10 años).
Entrenador joven, con muchas ganas, mucha energía e ilusión, ganas de entrenar y hacerlo bien, mucha predisposición, pero sin experiencia y por ende, falta de perspectiva. Esto es algo por lo que hemos pasado todos, es un proceso. Pero me gustaría desde aquí animar a reflexionar sobre el camino que debemos seguir cuando llevamos el timón de nuestro equipo de minibasket.
En la dirección de un equipo de baloncesto, la coherencia lo es todo.
Ser coherentes durante los partidos significa tener presente qué es lo que hemos trabajado con nuestros jugadores durante los entrenamientos. Saber donde estamos y a donde queremos llegar. Ser entrenador significa evaluar constantemente la situación de nuestro equipo, qué sabe cada jugador, qué es lo siguiente que quiero que aprenda, cuáles son las cosas que mi equipo es capaz de hacer, cuales no se nos dan bien…
Como entrenadores nos dará muchas más satisfacciones estar en un partido con toda esa autoevaluación presente, ya que eso nos ayudará a aceptar los problemas que puedan surgir, y hasta que punto tendremos capacidad de solucionarlos.
Típico error de falta de coherencia: Dentro de mi planificación de la temporada no tengo previsto entrenar las ayudas defensivas, porque quiero que mis jugadores sean responsables en el 1c1, y no se acomoden pidiendo «ayudas». Hasta ahora a mi equipo le ha ido bien, hemos mejorado mucho en esa faceta defensiva, y parece que dentro de lo esperado defendemos bien. Pero resulta que en el partido contra un equipo potente, que tiene jugadores que nos desbordan constantemente, a mi como entrenador se me ocurre empezar a gritar «Ayudaaa!!». O el día en que nos cogen muchos rebotes, sin haberlo entrenado nunca, empiezo a gritar «hay que bloquear el rebote!!».
Si nunca has explicado ese concepto a tus jugadores, es imposible que sean capaces de ejecutarlo.
¿Quieres disfrutar dirigiendo tus partidos? Céntrate en exigir que ejecuten en la pista los detalles que entrenas a diario. Enfoca tu energía en lograr que en cada partido que jueguen, hagan cada vez mejor lo que les pides. Exige en cada partido, que aquello que practicáis a diario, lo hagan cada vez más rápido, más fuerte, más alto, de forma más inteligente.
Y podrás decir…»Adri, has escrito mucho pero no me has concretado nada que me resulte útil para aplicar en mi equipo benjamín»
Bien, apliquemos toda esta reflexión en un equipo de minibasket, ¿qué debo hacer para pedir cosas coherentes a mis jugadores?
La realidad es que lo que debemos entrenar en minibasket debería ser 80% técnica y táctica individual, y un 20% táctica colectiva. Estos porcentajes podrían variar en función del nivel de nuestro equipo. Pero está claro que hay un peso muy grande en cuanto al trabajo técnico que debemos desarrollar.
Para que nuestros jugadores evolucionen técnicamente, debemos centrarnos en la ejecución, no en el resultado.
Esto suele ser por lo general la parte más difícil de aplicar. No es fácil asimilar que un niño tirando «a su manera» a canasta las meta, y cuando le obligamos a tirar con la mecánica de tiro correcta, no toque el aro…preferimos que tire mal, pero las meta, que el hecho de asumir que tirando «correctamente» ahora no las llegue. Como entrenadores debemos tener la suficiente perspectiva para tragar saliva, y entender que aunque ahora lo cómodo sea dejar que las meta tirando mal, lo que más le conviene a nuestro jugador es adquirir una técnica correcta, para que cuando el juego sea más exigente, no tenga problemas.
Si entrenando trabajamos los pases largos para que nuestro equipo corra y meta canastas de contraataque, no podemos echarnos las manos a la cabeza durante un partido, cuando un jugador pierde un balón al fallar un pase largo. Quizás lo que debamos sea fijarnos en el detalle por el que no llego ese pase a su destino…tenía bien orientado el cuerpo para dar el pase? Agarraba correctamente el balón? El gesto para lanzarlo fue el correcto?
Otro de nuestros jugadores se pone a lanzar un tiro libre…el primero lo mete, pero tirando a dos manos y por pura puntería…Llevas desde septiembre trabajando la mecánica de tiro, colocar bien el brazo, el agarre, usar las piernas…Que harías?? Le dejarías tirar el segundo igual porque sabes que la va a meter? o le pegarías una voz para que hiciera lo que habéis estado entrenando?
Si eliges la opción B, es que habrás entendido está reflexión.
En un partido de minibasket, deberíamos ver en los banquillos a entrenadores exigentes, que busquen que sus jugadores ejecuten correctamente el sin fin de detalles que a diario practican en sus entrenamientos. Corrigiendo cuando los realizan mal.
El problema aparece, cuando nos encontramos a un entrenador que llega a un partido sin nada que transmitir, sin nada que analizar, «en blanco». Un acompañante de niños que sólo se alegra cuando hay canasta, o se enfada cuando se la meten…En ese caso no estaremos ante un entrenador de baloncesto, estamos ante un monitor de actividad extraescolar…Lamentablemente cada día nos conformamos más con tener en nuestros colegios a monitores, en vez de buscar formar a entrenadores,exigir que las personas que están creando el baloncesto de los próximos años, tengan la actitud correcta ante el trabajo de llevar un equipo…
¿y tú, eres entrenador de baloncesto o monitor de extraescolar?
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4 comentarios en “Dirección de partidos en Minibasket: La ejecución de los detalles”
buen documento yo estoy empezando en.un.colegio con etapas formativas y que razon tienes los detalles o puntos finos son los que no hay que dejar pasar
Muchas Gracias Cesar!
Si no ayudamos a nuestros jugadores a pulir las pequeñas cosas, sumando poco a poco detalle a detalle. No fijarnos en eso es como empezar una casa por el tejado. Tenemos que ser conscientes de la cantidad de gestos técnicos que surgen a lo largo de un partido. En vez de frustarnos porque «no les salen», empecemos a trabajar para que nuestros jugadores sean mejores técnicamente!!
La idea es clara, pero falta detallar el como y cuando en función de el niño en cuestión. Como dices, se debe evitar el entrenador «fantasma» que no retroalimenta, pero también se debe evitar al entrenador «clínic» que satura de información (verbal o gestual).
Además, se debe tener en consideración la receptividad de cada niño. A algunos les acomoda que los corrijan en público, a otros no.
Personalmente no creo que el partido sea el momento correcto para corregir detalles técnicos tan específicos como el tiro, tal vez si los de táctica individual.
Si mete el primer tiro a dos manos y falla el segundo por lanzar como le indicó el entrenador, lo más probable es que: se frustre, culpe al entrenador y que los siguientes tiros los haga a dos manos.
Es un partido a la semana; que los tire como le acomode. Nosotros debemos ser capaces de convencerlo y alentarlo durante los entrenamientos a como lanzar en los partidos.
Otro punto, también importante es, darse el tiempo de conocer a nuestros chicos. Puede que a uno de ellos le cueste realizar una tarea por razones particulares (lateralidad cruzada ojo-mano, problemas de visión no tratados, etc.)
Saludos desde Chile
Hola Claudio,
Muchas gracias por tu comentario tan completo! Comparto todas puntualizaciones excepto la de la corrección de los gestos técnicos durante el partido. Hablando desde la perspectiva de que es minibasket, yo trataría de crear un ambiente en el que los partidos no supongan un extra de stress o frustración superior al de un entrenamiento. Precisamente los partidos deberían enfocarse como otro entrenamiento más, pasando del resultado, el competir contra otros equipos ya es una motivación suficiente para el niño con el añadido de que encima estarán sus padres apoyando. Por eso, la corrección (que no riña/bronca), puede que tenga mucho más efecto durante el partido que durante un entrenamiento. La frustración creo que se produce por la forma negativa en la que el entrenador transmite la corrección. El jugador y más desde pequeños tiene que aprender a recibir feedback sin frustrarse, sino entendiéndolo como algo positivo, por su bien.
Claudio si te animas a escribir un artículo sobre algún tema. Estaré encantado de publicarlo!!
Un abrazo!
Adrian