[CB Pumarín] Aula Entrenadores Minibasket Sesión 1

En la tarde de hoy, hemos celebrado la primera sesión del Aula de Entrenadores de Minibasket del CB Pumarín.

Hemos disfrutado de un buen rato intercambiando algunas ideas sobre entrenamiento de Minibasket con compañeros y compañeras del CB Pumarín.

Sobra decir que soy un firme creyente en que la formación continua y el intercambio de conocimientos entre entrenadores es un pilar fundamental para asegurar la salud del baloncesto.

Agradecer a Alberto Carmona la oportunidad de involucrarme en su proyecto y permitirme compartir mi humilde experiencia, así como a Víctor Lago por brindarnos la suerte de poder escucharle y enriquecernos con su sabiduría.

Los contenidos tratados en esta primera sesión del Aula de Entrenadores de Minibasket CB Pumarín fueron los siguientes:

– Suprasistema CB PUMARÍN

– ¿Cómo vamos a entrenar?

– Consejos Entrenador Minibasket

– Principios básicos Entrenamiento

– ¿Cómo es el juego en Minibasket? / Claves creación de ejercicios

– ¿Cómo queremos jugar?

– Contenidos a trabajar este primer trimestre

– Cómo plantear un entrenamiento

– Preparación de una sesión ejemplo

Si tienes interés en revisar alguno de los contenidos incluidos en esta primera sesión, por favor escribe un correo a entrenadores.cbpumarin@hotmail.com con el asunto «Presentación Aula Entrenadores Minibasket 1«.

Si eres de Asturias y tienes interés en participar en la siguiente sesión, no dudes en escribirnos a entrenadores.cbpumarin@hotmail.com con el asunto «Participar Aula Entrenadores» y te avisaremos con fecha, hora y lugar de la siguiente!.

BONUS:

DESCARGAR PLANILLA DE ENTRENAMIENTO Club Baloncesto PUMARIN 2en1

Entrenador Principiante: 5 Consejos para entrenamiento con niños

Artículo (recuperado) publicado el 18 de febrero de 2010.

Entrenar con niños es una de las cosas más gratificantes que existen a nivel personal. Tener la oportunidad de transmitir valores que les puedan ser útiles en algún momento de su vida es una experiencia altamente enriquecedora. En cualquier caso, no nos debemos olvidar de que puede surgir numerosas situaciones, que por diversos motivos, nos pueden llevar a perder la paciencia. Situaciones de crispación o confusión que pueden desembocar en perdida de motivación por ambas partes, la de los niños y la nuestra como entrenadores.

Una realidad muy común, es que desgraciadamente a la mayoría de los entrenadores que empiezan les son entregados equipos con niños que hay que formar desde cero y en muchas ocasiones, como es normal, no se tienen ni los conocimientos ni las habilidades necesarias, para formar jugadores que con una base suficientemente sólida para seguir jugando y disfrutando con el baloncesto en categorías superiores.

A continuación enumeraré una serie de consejos que creo todo entrenador que empieza (aunque son aplicables a todos) debería tener en cuenta:

1 Conocer la personalidad y el comportamiento de cada niño en la pista.

Hay niños tímidos, que les gusta ser el centro de atención, que sólo tiran cuando tienen el balón… Si conoces a cada niño, no te pillará por sorpresa y estarás atento a evitar ciertas situaciones que puedan ser problemáticas.

2 Lleva preparados los entrenamientos.

Aunque seas el que más ejercicios sabe del mundo, si los niños intuyen que inventas, o te confundes, se relajarán y perderás muchos puntos de «respeto» ante ellos. Puntos que a veces cuesta recuperar.

3 Nunca negatifo, siempre positifo!.

Los niños están ahí porque quieren pasarlo bien, nunca lo olvides. Si corriges a un jugador que sea para darle la solución, no para generarle frustración.

4 Mantén tus objetivos de aprendizaje claros.

Si en un entrenamiento trabajas un concepto técnico, procura sólo concentrar a los niños en que hagan bien ese concepto, si los saturas a corrigiendo muchas cosas, puede que caigan en la confusión y al final no hayan mejorado ni en una cosa ni en otra.

5 Sé realista.

Nadie mejor que el entrenador puede saber lo que son capaces de hacer sus jugadores en base a lo que se ha trabajado en los entrenamientos. Hay muchos entrenadores que en los partidos se presionan y se dedican a pegar voces y enfadarse, queriendo ver cosas o pedir detalles que los propios niños no han hecho en su vida o ni sabían que existía.

Aquí tenemos 5 ideas, pero seguro que se te ocurren muchas más!, no dudes en comentar y las iré añadiendo a la publicación!

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¿Por qué me gusta el baloncesto?: 1- El balón y tirar a cucharón

No os lo voy a negar en estas semanas en las que más que persona, me estoy sintiendo como un hámster, he sentido que mis aficiones y mis intereses se desvanecían. Entras y entrabas en cualquier medio en internet y sólo encontrabas repetidas de diferentes formas los mismos temas.

Ahora que vislumbramos una pequeña mejoría, que vemos algo de luz en el túnel por el que seguiremos hasta que se encuentren tratamientos efectivos, empiezas a recuperar las ideas sobre como rellenar tu tiempo fuera de la jaula. Este retiro espiritual forzoso, a mi personalmente me ha servido para replantearme que hacía antes y sobretodo por qué lo hacía.

Desde la semana pasada, Netflix ha empezado a distribuir el documental Last Dance al que estamos todos enganchados (aunque mucho, sea más de lo mismo) y hoy por la mañana me encontraba con una publicación de David Sardinero en Linkedin presentando la portada de su edición especial de Michael Jordan y la oferta de suscripción anual a Gigantes del Basket.

Y no sé si por ser del 88 y que mis inicios al basket fueron en pleno apogeo de los Bulls, con Space Jam, etc… pero este repentino bombardeo me ha hecho pensar…

¿Y por qué más que salir a correr a mí lo que apetece es coger el balón e ir a tirar a canasta?

Algunos dirán…muy fácil, porque es lo que has hecho toda la vida…Bueno más allá de eso, me gustaría hacer introspección y arrancar con una serie de artículos en los que pueda compartir contigo a partir de mi experiencia los posibles motivos por los qué me gusta el baloncesto.

Posiblemente si algún aficionado a otros deportes entra y lo lee, quizás piense que lo mismo podría aplicarse a cualquier otro deporte. Con estas ideas, si tu o algún amigo o familiar tiene hijos y están dudando a qué deporte jugar, espero que «mi introspección» ayude para que se decidan por el baloncesto.

El balón es tu mejor amigo.

Tendría yo 5 o 6 años y en el desván de la casa de mis abuelos en el pueblo, mi madre tenía una pelota de goma de similares características a lo que yo pensaba podría ser un balón de baloncesto. Al menos mi mano y la relación de tamaño con el balón encajaban, así que mi abuelo me lo hinchó con la bomba a pedal para su BH y ahí empecé a descubrir lo que era algo parecido a botar una pelota. En realidad la pelota era de balonmano y se parecía mucho a la de la foto siguiente:

Pelota de balonmano Caplan

En el el desarrollo de un niño o una niña, lo primero y más fácil a nivel psicomotriz cuando nos dan una pelota es pegarle patadas. No es fácil para un peque coger y ponerse a botar una pelota, de hecho yo diría que habría que tener cuidado con meter mucha presión si pretendemos que con 4 o 5 años los niños se pongan a botar una pelota (más que nada por evitar que le cojan manía…).

Lo importante es jugar y disfrutar jugando. No importa si son patadas, botar el balón o jugar a las palas en la playa. Lo que si es importante es dejar espacio para que los niños y niñas tengan tiempo para jugar.

Jugando se desarrollan habilidades, destrezas y ¿qué pasa si a un niño le das una pelota de goma un poco más grande que la palma de su mano? Que la empieza a intentar botar. La tira contra el suelo, rebota y vuelve a subir, la agarra con dos manos por encima de su cabeza, la tira contra el suelo con más fuerza y la pelota al rebotar contra el suelo sale despedida por encima de su cabeza…(igual hasta le pega en la cara y se lleva un susto. No pasa nada… nos ha pasado a todos)

Y poco a poco vas viendo que cuanto más botas la pelota, más la vas dominando. Caminas, botas y la controlas, y no sé si fue porque en mi época había un tal Oliver Atom (el Capitán Tsubasa), pero te das cuenta de que el balón puede llegar a ser «tu mejor amigo», vas al parque y te llevas la pelota, vas al colegio y la pelota viene contigo…y cada día sin que te des cuenta, mientras juegas con otros niños, adquieres destreza. Algún día juegas con niños mayores, con el hermano mayor de tu vecino, con tus primos, o les ves jugar y quieres tener la misma destreza que tienen ellos. Aflora una frustración sana.

La frustración bien dosificada, no es mala. De hecho la frustración yo creo que es lo que nos hace avanzar en todos los ámbitos…

Puede que tuviésemos la fortuna de no haber nacido con una tablet o un móvil con acceso a entretenimiento infinito al alcance de la mano, la realidad es que nuestras tablets y nuestros móviles, eran los balones y las pelotas. Iban apareciendo las gameboys, pero siempre fueron un complemento, el foco estaba en jugar y generalmente si estabas fuera de casa, se necesitaba un balón, una dichosa pelota.

Llegar a canasta ¡A Cucharón! ¡Meterla era un milagro!

Poco a poco vas creciendo, 7-8 años y vas teniendo fuerza para llegar a tocar la canasta. La verdad que hasta tener 7 u 8 años y empezar a «entrenar» a baloncesto los sábados por la mañana, no tengo recuerdo de conocer lo que era una canasta de minibasket. Hoy en día tenemos hasta babybasket, yo de aquella sólo recuerdo canastas grandes. Yo creo que todos los que tiramos por primera vez de pequeños, cuando todavía no la llegabas, acabamos tirando en plan a cucharón. Si entraba una era un milagro!.

No sé si por la dificultad, el reto de llegarla, de intentar meterla. Pero la sensación de satisfacción cuando lo conseguías era máxima, ¡Que entrase limpia! ¡CHOF!, en fin, te ibas enganchando.

Quizás en mi caso tuve la suerte de que en la zona donde veraneaba había alguna canasta cerca o no sé si por mi propia subjetividad era algo que sentía que se me daba bien. (Sobretodo en comparación con el fútbol, que me sentía un torpe con respecto a niños más pequeñitos y rápidos). El baloncesto, el botar la pelota y seguir intentando meterlas era algo con lo que disfrutaba, tenía un componente de dificultad agregado y distinto. Un balón un patio de hormigón y tiempo, mucho tiempo libre, fue generándose una afición.

Si localizaba una canasta cerca, las sesiones de cafés y vermouths de mi familia, siempre eran por esa zona. Y es que lo bonito de cualquier deporte y como cualquier otra cosa en la vida, es que cuanto más prácticas, mejor se te da, y con el balón y la canasta, el tirar y fallar, el tirar y meterla, la repetición se convierte poco a poco en tu obsesión.

Mediante el juego, la práctica de un deporte, en mi caso el baloncesto, adquieres de forma totalmente inconsciente un aprendizaje que te servirá para toda la vida: Sin practicar, sin dedicar tiempo a algo, no se obtienen resultados. Todo en esta vida requiere dedicación.

Igual en esto soy subjetivo seguramente, pero el baloncesto, el tiro a canasta, la habilidad con el bote, tiene un nivel de dificultad lo suficientemente bajo para que sea algo accesible a todo el mundo, pero a su vez requiere un mínimo nivel de destreza, de técnica, que en cuanto la vas adquiriendo te destaca de forma muy evidente al resto.

Quizás sea por esto por lo que la etapa que encuentro más motivante como entrenador sea el minibasket. Es en esa etapa donde si el que entrena consigue enseñar los fundamentos mínimos para que sus jugadores boten y encesten, el ver a niños y niñas tirando «a cucharón» y botando a dos manos, evolucionar y pasar a tener un mínimo de técnica, es algo cuasi-mágico y súper satisfactorio.

Después de escribir este artículo, doy gracias por la fortuna de haber ido al cole al que fui y me gustaría dedicar este texto a Germán Prieto que con su peculiar buen humor y paciencia, nos enganchó al mejor deporte del mundo!. Buscando algún link sobre Germán me ha encantado encontrar está reciente entrevista a Fredo, uno de mis profes en 1º y 2º de primaria!

y tú, ¿Qué recuerdos tienes de tus inicios en el basket? ¿Por qué crees que te has enganchado? ¿Qué tiene el basket que no tienen los demás? Comenta!!

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Dirección de Partidos de Minibasket: Entrenador Reactivo vs Entrenador Proactivo

Llevo un par de semanas encontrando tiempo para acercarme a ver partidos categoría benjamín (8,9 años), como sabéis soy de la opinión de que en las edades de iniciación deberían estar trabajando los entrenadores más preparados, sin embargos por muchos factores que todos podemos imaginar, al final las personas que entrenan y dirigen esos equipos son gente joven con poca experiencia, que está empezando en esto de entrenar. Por eso procuro escribir ideas y consejos centrados en estas etapas.

En esta ocasión y enlazando un poco con el enfoque argumental de mi publicación artículo anterior, quisiera invitaros a reflexionar sobre nuestra actitud y enfoque a la hora de dirigir los partidos.

Entrenador Reactivo vs Entrenador Proactivo

Os invito a reflexionar sobre cada una de las interacciones que tenemos con nuestros jugadores y con el entorno en general, cuando el partido está jugándose.

Cada comentario, cada gesto que haces desde la banda.
¿Qué les dices a tus jugadores?
¿En qué piensas durante un partido?
¿Cuál es tu actitud? Exigente, constructivo, pesimista, optimista, analítico…
Tu actitud, tus comentarios varían… ¿en función del rival? ¿En función de cómo va el partido?

Hoy no me apetece seguir con la explicación…Si te animas me encantaría leer tus ideas en los comentarios!

REFLEXIONA
¿Qué tipo de entrenador quieres ser?
¿Un Entrenador Proactivo o un Entrenador Reactivo?

Adrián Arboleya @Tubaloncesto

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Ideas Minibasket: Acción-Reacción. Diseño de ejercicios con transferencia al juego.

Hoy, os traigo una idea bastante sencilla que me gustaría compartir.
La importancia del análisis de las situaciones acción-reacción y dejaros algunos puntos para que podáis diseñar ejercicios con transferencia al juego.

Leer másIdeas Minibasket: Acción-Reacción. Diseño de ejercicios con transferencia al juego.

Entrenamiento y ejercicios en Minibasket: Normas y conceptos para llevar a otro nivel la actitud de tus jugadores

«Igual hasta consigues que piensen»

Esta frase me la ha dicho una madre al recoger a su hija después del entrenamiento de hoy. Sospecho que esa mujer nunca ha jugado al baloncesto, no entiende de técnica ni táctica individual, pero si que ha comprendido lo que tratamos de hacer en ciertas fases del entrenamiento. Tratamos de que el jugador entienda el motivo, «el por qué» de ciertas acciones o movimientos que deben hacerse durante el juego.

La clave está en la forma en la que planteamos ese aprendizaje.

¿Diseñamos ejercicios y situaciones en las que el jugador descubra por sí mismo la respuesta?

¿Tratamos de inculcar actitudes y formas de entender el juego que les sirvan para competir y esforzarse durante los entrenamientos?

En este artículo quiero ofrecer alguna idea para conseguir introducir situaciones en las que los niños y niñas se lleven o vayan «absorbiendo» ciertas maneras de comprender el juego y les vayamos marcando el camino para ir ganando en carácter.

Tiro hasta meter canasta

Personalmente me da mucha rabia ver a los jugadores durante ejercicios o el propio partido, tirando o entrando a canasta, verles fallar y no inmutarse lo más mínimo. Ni si quiera buscan coger el rebote para intentar volver a meterla. En los entrenamientos hacemos ruedas y con tal de no estropear la coreografía, al jugar le da igual si la falla.

La forma de corregir e inculcar hambre por ir al rebote y luchar para acabar metiéndola, es muy sencilla. Si fallo trato de coger el rebote sin que el balón bote el suelo y la vuelvo a subir. El nivel de acierto dependerá del nivel de tus jugadores, y las veces que tirarán hasta meter también variará, pero con este hábito conseguirás dos cosas muy importantes.

Inculcar actitud de hambre por ir al rebote.

Les introducirás el hábito de «querer meter canasta».

Recomendación: No plantear esta costumbre cómo un medio para frustrar a los jugadores que suelan fallar más veces, sino un método para generar un buen hábito.

Lo más importante es que el balón no llegue fácil a canasta

Que los jugadores cuando empiezan sean capaces de defender sabiendo cual es su marca o su par, es algo muy importante. A corto o medio plazo, cuando se enfrenten con equipos de mayor nivel que sean capaces de pasar bien el balón, que cada uno defienda al suyo será fundamental. Pero creo que a veces por ser más «papistas que el papa» no dejamos que los jugadores tengan clara la que debería ser la prioridad 1 en defensa. Qué el jugador con balón no meta canasta.

En minibasket el 80% de las canastas suelen ser a través de situaciones de superioridad del ataque, ya sea por un robo de balón o una transición rápida de defensa a ataque por un buen rebote, o un saque de banda rápido. Teniendo esto claro, a la hora de diseñar nuestros entrenamientos, tenemos que tener en mente trabajar más situaciones de desequilibrio en las que los jugadores tengan que tomar decisiones.

Un ejercicio ideal para esto, puede ser un 2c2 obligando a la defensa a partir de una situación de desventaja. Un defensor tiene que chocar la mano con el entrenador, o pisar el circulo de medio campo para poder defender… En esto cada uno que lo invente como quiera, pero la clave está en enfrentar a los niños a situaciones especiales en las que se puedan encontrar durante un partido.

Cambio de ritmo, explosividad – explosividad, cambio de ritmo

No concibo ejercicios de manejo de balón, en los que los jugadores no tengan que botar a diferente intensidad, echar el balón adelante para rebasar al defensor, hacer un cambio de mano y «apretar el bote». Cómo suelo decirles, no somos caballitos trotando por el campo, somos panteras que saltan a por las gacelas.

Ya lo decía Bozidar Maljkovic en una de sus frases célebres «En baloncesto sólo hay dos posibilidades: sprint o stop».

Siempre flexionados y dejo que el balón corra aunque se me escape, estamos entrenando. Al que nunca se le escape el balón será mala señal, porque no lo estará haciendo a tope.

Un ejercicio de manejo de balón a toda la pista, cada niño con su balón trabajando cambios de ritmo, cambios de mano y dirección, acaba valiendo más que poner a dar vueltas al campo sin ningún otro aliciente que correr…

Y hasta aquí unas cuantas ideas que querían compartir con vosotros hoy. Espero que os resulten de valor y como siempre estaré encantado de leer cualquier otra idea que queráis aportar, o comentarios sobre las que yo he propuesto.

Un abrazo a todos,
Adrián Arboleya

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